Lo cierto es que, como recurso natural, el cáñamo siempre ha sido mejor que los árboles. Sin embargo, como consecuencia de su ilegalidad en gran parte del mundo durante las últimas décadas, no ha tenido la ocasión de demostrarlo.
Probablemente se trate de la fibra con más resistencia y la más duradera. La fibra del cáñamo es 4 veces más fuerte que el algodón, y 10 veces más que la fibra de madera. Pero no solo es más resistente, sino que también es más ligero y, además, su procesamiento es más barato. En menos de 100 días, la planta alcanza la etapa en la que las fibras están listas para ser procesadas de manera adecuada. Si comparamos una hectárea de arboles durante su ciclo de 40 años de vida, con una hectárea de cáñamo que haya sido plantada durante 40 años, esta última contendrá un 400% más de fibra utilizable.
Es muy posible que se trate de la fibra más sostenible de todas, gracias a su enorme capacidad de almacenamiento de carbono y el bajo nivel de agua que requiere. Las plantas de cáñamo contienen muchísimo más CO2 que los árboles, gracias a su alta capacidad de absorción. Mientras que una hectárea de cáñamo puede llegar a absorber hasta casi 9 toneladas de CO2 en un año, una hectárea de bosque únicamente absorberá el 30% de esa cantidad.
Pero aún hay más, ¿Sabías que la fibra de cáñamo es uno de los mejores materiales para producir papel?
La principal sustancia que hace que el papel sea resistente es la celulosa, y ¿sabes que? La corteza de cáñamo es la planta conocida con más alto contenido en celulosa. Contiene una concentración de celulosa de más del 70%, mientras que la madera solamente aporta un 42%. Pero esto no es lo único que convierte la planta de cáñamo en una de las mejores opciones para producir papel, además, crece a mucha más velocidad que los árboles y su contenido alto en celulosa reduce los costes de conversión, ya que no requiere de las grandes cantidades de productos químicos que se utilizan para el procesamiento de la madera.