Asegura que lo único que consigue paliar sus dolores es el cannabis. Juan Manuel es tetrapléjico, y consume más de 30 gramos de cannabis mensuales para mitigar el dolor. Sin embargo, no puede cultivarlo aunque se trate de autoconsumo porque la residencia para discapacitados en la que vive no se lo permite, y Juan Manuel se ve obligado a conseguir la marihuana en el mercado negro. Esto hace que se tenga que gastar alrededor de 400 euros al mes, cantidad que supone más de la mitad de su pensión, y para colmo, el cannabis que le venden no siempre es de buena calidad.
Juan Manuel probó a montar en su cuarto de la residencia una pequeña plantación de cannabis dentro de un armario de cultivo, y aunque el cultivo de cannabis para autoconsumo no se encuentra penalizado por la ley en España, la dirección de la residencia denunció a Juan Manuel. Sin poder moverse debido a su enfermedad, Juan Manuel tuvo que declarar desde la cama ante el juez, acusado de haber cometido un delito contra la salud pública. Finalmente, al tratarse de cultivo para autoconsumo, el procedimiento se archivó.
Unos años después, varios agentes de la policía secreta visitaron a Juan Manuel en su cuarto de la residencia, de donde se llevaron toda la marihuana que tenía y lo multaron. Por todos estos motivos, Jose Manuel ha solicitado oficialmente a la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) una licencia para el autocultivo de cannabis con fines medicinales. En su petición, incluye informes médicos sobre la influencia del cannabis en la mejora de su estado de salud. Antes, cuando no consumía marihuana, tenía que tomar una gran cantidad de pastillas que le causaban numerosos efectos secundarios, ahora, Juan Manuel argumenta que ha encontrado en el cannabis la solución para disminuir tanto la rigidez, como los calambres o espasmos que sufre a causa de su lesión. Y no solo eso, sino que también ha logrado disminuir el insomnio, la ansiedad y el estado de ánimo bajo que sufría como consecuencia de los dolores.
A pesar de todo, la AEMPS, sostiene que en España no se permite la utilización de cannabis medicinal, por lo que no es posible que se autorice el autoconsumo cuando tenga esta finalidad. En España, los pocos que han obtenido esta licencia por parte de la AEMPS para cultivar cannabis con fines médicos, están obligados a exportar la cosecha a otros países donde si se haya establecido un programa de uso con fines medicinales.