En contraposición al THC, el CBD no genera efectos psicoactivos, pero si que ofrece un gran potencial en la fabricación de medicamentos. Este es uno de los motivos por los que ha habido un auge mundial del CBD en los últimos años.
Las farmacéuticas y los profesionales de la salud están cada vez más a favor de la prescripción de medicamentos de CBD para tratar ciertas enfermedades. Los efectos secundarios mínimos, la ausencia de psicoactividad, y la sostenibilidad de la producción de CBD son algunas de las razones por las que el CBD recibe una atención positiva por parte de la comunidad médica.
El CBD como medicina es una sustancia que destaca por ser muy versátil, tanto es así que ha día de hoy su cantidad de usos sigue en aumento. Hasta la fecha, las farmacéuticas no han desarrollado ningún medicamento con tantas aplicaciones como el CBD. Es conocido por sus propiedades antipsicóticas, antiinflamatorias, antieméticas, desintoxicantes, ansiolíticas, antidepresivas y inhibidoras de tumores. Mientras que algunas de estas propiedades aún están en sus etapas iniciales de investigación, otras han sido investigadas en profundidad. Sea como sea, la numerosa cantidad de aplicaciones medicinales del CBD justifica el desarrollo de una investigación exhaustiva sobre sus posibles usos en la práctica médica.
El tratamiento de la epilepsia (sobre todo de la epilepsia refractaria infantil) es seguramente la aplicación médica más investigada del CBD. Hasta un 20-40% de los pacientes con epilepsia son resistentes al tratamiento tradicional y, a la luz de esto, se han realizado muchas investigaciones sobre cómo puede ayudar el CBD. Los resultados obtenidos han demostrado que el uso del CBD puede ser eficaz en estos casos.
