El 20 de octubre de 2020, la Policía Nacional, que se encontraba realizando un control de vehículos en Madrid de madrugada, encontró en el vehículo del acusado una bolsa con cerca de 260 gramos de cannabis. La magistrada declaró que estos hechos estaban probados, sin embargo, los análisis realizados a la sustancia encontrada revelaron que ésta tenía un porcentaje de THC inferior al 0,2% y un porcentaje mayor de CBD. Por otro lado, no quedó acreditado que dicha sustancia estuviera destinada a la venta.
El acusado, declaró en el juicio que él había comprado el CBD, en un establecimiento que se encuentra abierto al público, con la finalidad de consumirlo para relajarse debido a los ataques de ansiedad que padece.
Tras considerar que la sustancia no contenía THC suficiente para ser considerada psicoactiva y que, por tanto, no debe considerarse estupefaciente, el acusado ha sido absuelto de la acusación de delito contra la salud pública.
Esta sentencia posee una gran relevancia dado que las sumidades floridas suelen ser consideradas por la Fiscalía cannabis psicoactivo, independientemente del porcentaje de THC.